

Siento que no conozco a mi padre. No es porque no esté, es porque no le gusta mucho compartirse.
O sí, pero hasta cierto punto.
Así como hay personas que indagan sobre su tierra de origen, sobre sus antepasados o sobre familiares que ya no están, Ana Benavent ha sentido la necesidad de indagar e investigar entre los negativos de su padre para ampliar el concepto que ha cimentado sobre su progenitor.


Con estas fotografías sacadas por mi padre, nuevas para mí, y que forman parte de una memoria que no es la mía, he jugado a inventarme un relato que no es cronológico ni cuenta una historia concreta.


Ana ha construido una imagen a partir de las sensaciones que le producían, de manera intuitiva, de lo que es para ella o imaginaba que podía ser su padre entonces, mientras Ana no existía y él despertaba en la adultez.

Ana Benavent es una artista que utiliza la fotografía analógica para todo aquello que no sabe decir mediante la palabra. La mesura y paciencia que exigen los procesos analógicos cautivaron su interés e hicieron que este fuese el camino por el cual encauzar su trabajo.



Ana Benavent imparte talleres de fotografía en diversos espacios de Barcelona. Cursos de diferentes temáticas como fotografía de retrato, fotografía creativa, proyectos y fanzines. Le gusta centrarse en la fotografía como proceso más que en buscar una foto bonita.
Además, forma parte del colectivo Can Grapes fanzines, junto con Arnau Sidera y Gerard Soler. Ha encontrado en este formato, el fanzine, la manera de autopublicar sus proyectos y poder compartirlos.