Palimpesto

Emilio Pemjean

“Manuscrito en el que se ha borrado, mediante raspado u otro procedimiento, el texto primitivo para volver a escribir un nuevo texto”

El proyecto hace un recorrido por arquitecturas hoy inexistentes pero identificables y convertidas en referentes y mitos colectivos por la pintura.


Las arquitecturas utilizadas son las representadas en obras maestras de la pintura. Han sido desvestidas y reconstruidas, a partir de su representación bidimensional, completando y reinterpretando los espacios parcialmente ocultos por los objetos utilizados para formar la escena pictórica.

El proyecto hace presente un proceso de transformación temporal y de representación que se inicia con la construcción real del espacio, la utilización del mismo mediante la disposición intencionada del “atrezzo”
necesario para la representación pictórica, su posterior desocupación y pérdida de valor de uso, la destrucción física de los edificios que los contienen, la reconstrucción tridimensional de un modelo a escala y el proceso fotográfico y videográfico del mismo.

El espacio desnudo fotografiado se percibe como un palimpsesto, conservando las huellas de una o varias escrituras superpuestas y parcialmente borradas e invitando a una lectura de múltiples capas que dialogan entre ellas y que invitan a una relectura del espacio representado, su valor como símbolo y su capacidad para representar un orden socio-económico, cultural y político determinado.

Palimpsesto es una palabra que apela a la poesía de la nostalgia, a la memoria o melancolía, a las cicatrices de una derrota, a la inevitable pérdida, a la reverberación de una huella.
Raspar lo imaginado sobre una habitación hasta llegar a la primera piel. Ausencia del color, ausencia de forma,
ausencia de los objetos, de las anécdotas, para rescatar el primitivo espacio interior que es la narración de un vacío.

Esta reducción al vacío nos permite descubrir su esencia, pero al mismo tiempo dentro de ese intento de restitución de la forma primigenia, al hacer el necesario trabajo inverso de imaginar la pintura omitida, alguna pieza ya no encaja, la luz ha modificado su corporeidad y los fantasmas se hacen presentes.

“Oh cosa admirable. Estabais desnudos ante los ojos de todos sin sentir vergüenza. Es que en verdad llevabais
en vosotros la imagen del primer Adán, que estaba desnudo en el paraíso sin sentir vergüenza…” (Cirilo)

… pero hoy tras haber sido azotado, lleno de cicatrices provocadas por ti o por otros, después de haber mostrado tu cuerpo y tu alma desgastados, de ser observado por el Voyeur, ya es imposible retornar a
la primitiva inocencia, a la condición de Adán antes de la caída.

Emilio Pemjean es artista visual, arquitecto y docente. Concibe su trabajo desde un marco interdisciplinar
conectando la arquitectura, la pintura, la escultura, el vídeo o la fotografía. Reflexiona en sus proyectos sobre el tiempo, lo presente y lo ausente, la memoria, lo que ha sido destruido o transformado, los sistemas de representación y especialmente sobre la capacidad de conversión en símbolos de objetos y arquitecturas mediante su reconstrucción manipulada.

Ha sido premiado y expuesto su trabajo en múltiples ocasiones:
Centro de Arte Complutense Madrid C arte C, Centro Párraga (Murcia), ParisPhoto, Photoespaña, Bienal de
Fotografía de Córdoba, Fundación José Guerrero de Granada, CEART, Museo de Arte Contemporáneo Patio
Herreriano de Valladolid, City of Athens Art Center, Centro Nacional de Artes Ciudad de México, Fotofestiwal
Lodz Polonia, Arte Santander, Museo Amparo Puebla México, Museo de l´Elysee Lausanne Suiza, entre otras.